Cuántas veces no hemos escuchado en nuestra propia familia o círculo de amigos expresiones como:
Los machos no lloran, lloras tanto que pareces niña, las cosas de la casa son de mujeres, el rosado es color de niña, sal de la cocina que eso es de mujeres, mi niño tiene muchas novias… Y así infinidad de frases que forman parte ya de nuestra vida y que muchas veces las madres también las decimos. No nos detenemos a pensar en eso porque así nos criaron y solo repetimos y seguimos los patrones que sabemos de nuestros padres.
Aunque se ha avanzado mucho en cuanto a igualdad social entre un hombre y una mujer, todavía en muchos países es bien marcada la herencia machista que también se refleja en la crianza de los hijos.
En muchas familias se crían a las niñas diferentes que a los niños. Por ejemplo, los padres no le expresan sus sentimientos a los hijos varones de igual manera que a sus hijas, no les dan besos y ante cualquier situación les recuerdan que son hombres y por tanto deben actuar diferentes aunque solo estén hablando con un niño de dos años.
Si un niño pequeño se cae, se enoja con otro niño, o se frustra por alguna razón no debe llorar por que los hombres no lloran. Si el niño juega con muñecas o si imita a mama haciendo un café está mal porque eso son cosas de mujeres.
Además desde pequeños les enseñan que la mujer es la responsable del hogar, de la crianza de los hijos e incluso que es más débil que el hombre. Por eso se le está permitido hasta llorar y esto no es más que expresión de la discriminación que aún existe entre el hombre y la mujer y de la que no solo podemos culpar a los hombres porque muchas mujeres también educan a sus hijos así.
La razón por la que hacen esto es bien simple. . . creen que los varones al igual que las niñas adoptarán tendencias homosexuales si se les permiten determinados juegos o conductas como por ejemplo: las niñas no deben jugar con carritos porque es algo de hombres, como los varones no besan a papi porque los hombres no se besan y ahí encontramos la expresión del papá que dice, “No hijo beso no, a papá se le da la mano como a los hombres.”
Mamás y papás, es tiempo de cambiar. Es tiempo de romper círculos y patrones equivocados en cuanto a la crianza de los niños. Es tiempo de aprender varias cosas y aquí les explico de forma simple:
No es lo mismo sexo, que género, que orientación sexual.
El sexo: (¿Será niño o niña?) Ese está determinado desde que se concibe al bebé y está dado por la unión de los cromosomas de la madre y del padre que en otros artículos hablaremos de eso.
El género: (Masculino o femenino) Es como la persona se percibe a sí misma. Es como se identifica si hombre o mujer ante la sociedad.
La orientación sexual: Una atracción emocional hacia otro.
Entonces mis queridos lectores debemos saber que con el sexo nacemos, el género es como nos vemos a nosotros mismos (que nada tiene que ver con una forma de vestir o con determinados juegos de cuando éramos niños) y la orientación sexual la descubriremos a lo largo de nuestra vida y está determinada por el sexo que nos atrae y es algo que su hijo o hija va a elegir en la vida independientemente de cómo usted lo haya criado.
Los niños pequeños hacia los 3 años ya generalmente se identifican como niño o niña y aunque no entienden por qué les ponemos limitaciones de lo que pueden o no pueden hacer, sí tienen claro que necesitan explorar el mundo. Esto solo lo pueden hacer si se les da la libertad plena para actuar.
5 cosas que a mi juicio debemos cambiar:
1) En casa todos cooperamos: tenemos las mismas reglas y deberes.
Primero les recuerdo que ustedes son el modelo a seguir por sus hijos, por tanto hay conductas que debemos cambiar como por ejemplo las tareas del hogar. No es mamá la única responsable de eso por ser mujer sino que cada uno de los miembros de la familia debe tener tareas y responsabilidades, hasta los pequeños. En otras publicaciones hablaré de las tareas que los más pequeños de la casa pueden hacer.
2) Juegos y juguetes: déjalos elegir que les gusta, fomenta su criterio propio desde temprana edad.
Los niños necesitan jugar y eso todos los sabemos, pero lo más importante es que sepamos que no solo juegan para entretenerse. Los niños a través del juego aprenden, exploran el mundo e imitan roles. Por esta razón no debemos limitar sus juegos ni sus juguetes porque también estaríamos limitando su conocimiento del mundo. No pasa nada si tu hijo juega con muñecas, el puede ser el papá y ¿qué puede ser más hermoso y educativo que tu hijo aprenda a ser padre?
Así mismo a las niñas no debemos siempre ofrecerles ser la que juega a cocinar en la casa, planchar ropa o ser peluquera. Detrás de esto estamos sembrando una conducta equivocada de los roles de la mujer y el hombre en la sociedad. En otras palabras estamos criando a nuestros niños con diferencias que aún ellos no entienden pero que así serán en el mañana. Permite que tus hijos jueguen a lo que deseen, dejalos ser quienes quieran ser.
3) Ser libres de escoger lo que les gusta, sea el color, la ropa o el tipo de juego. El mundo de los colores es muy amplio.
Somos los padres los que desde que sabemos el sexo de nuestro bebé comenzamos a determinar que color debe o no usar, así estamos ofreciendo solamente una parte de la realidad. Por ejemplo, reservamos el color azul para los niños y le impedimos el rosado. Si llegamos a la tienda y vemos algo que nos encanta para nuestro bebé pero no es del color que “puede” usar sencillamente no lo compramos y muchas veces es la misma persona que te atiende en la tienda la que te pregunta si tendrás niño o niña para saber que tiene para ofrecerte.
Esto ya es un tema que está bien aprendido en la sociedad y sin querer hasta te obliga a esta conducta. Deja que tu hijo sea libre de decidir qué color le gusta de acuerdo a cómo percibe la vida. El color que nos gusta no se puede imponer, es algo que lo determina nuestra personalidad y nuestro lente para ver lo que nos rodea.
4) No pongas etiquetas. No fomentes el machismo. Enséñalos a respetarse.
La niña es más débil y el niño es fuerte. Por eso el niño no debe llorar porque los hombres no lo hacen: elimina ese concepto de la educación de tu hijo. Enséñale a expresar sus emociones, enseñale a que se llora por dolor pero también de alegría y eso no lo hace débil. Cada persona tiene una manera diferente de sentir. Hay quien es mas sensible que otro sea hombre o mujer. No le enseñes a avergonzarse de expresar sus sentimientos e incluso sus miedos. Por ejemplo, si tiene una mascota y muere, tu hijo estará triste y querrá llorar sea niña o niño. Debes explicarle que es lo que está sintiendo y dejarlo llorar. Esto solamente estará desarrollando en tu hijo el amor hacia lo que se ama sea hoy una mascota o mañana una persona. Estás sembrando en él sensibilidad, compasión y eso lo recogerás mañana. Enséñales que nadie tiene derecho a sentirse superior a otro por su sexo. Las mujeres deben ser tan respetadas y consideradas como los hombres.
5) Ámalo sin límites y sin diferencias.
Sea niño o niña ámalo y dile lo mucho que significa para ti.
Papá, no te detengas: abraza a tu hijo y dale un beso todas las veces que puedas porque él necesita ser amado por sus padres y el hecho de ser niño no cambia eso en nada. Él ve en tí el modelo de persona que quiere ser él te ama y el amor se expresa con amor.
Cuando un hijo está por nacer, es usual que escuchemos que los padres dicen, “Yo solo pido que venga al mundo con salud.” Ya está aquí tu hijo y sigue siendo la salud lo más importante no su sexo, no los limites. No les transmitas prejuicios. Déjalos elegir y sobretodo debes AMARLOS COMO SON.
Creo que he escrito mucho en este artículo :). Pienso que en eso influyó que es temprano en la mañana y todos duermen. También creo que es un tema tan polémico que le dedicaré una segunda parte más adelante.
Me encantaría leer sus comentarios y que me compartieran sus experiencias sobre este tema.
¡Los espero!
“Quien sabe lo que siembra no le teme a la cosecha.”
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