
Para nadie es un secreto que el matrimonio es algo complicado por muchos aspectos, y uno de ellos es por la manera en que ambos miembros de la pareja, establecen un balance adecuado en las tareas del hogar.
Cuando los hijos llegan, este aspecto de la pareja se recrudece porque se complican mucho más la separación de las tareas y las responsabilidades para que ambos puedan llevar de igual manera la carga de la casa y los hijos.
En este post me quiero enfocar en un tema que es motivo de disputas entre las parejas y que incluso es causa de crisis y hasta rupturas matrimoniales, y me refiero a el manejo de las tareas del hogar.
Cuando la época del patriarcado clásico, el hombre salía de casa a buscar el sustento y la mujer se quedaba realizando las labores domésticas y atendiendo a los hijos. Si analizamos esto así podemos decir que cada uno en aquella época tenía su papel.
Y aunque las mujeres no queremos eso de vuelta, por supuesto, porque queremos seguir teniendo la libertad y el derecho al trabajo y al desarrollo profesional, sí vemos que ahora tenemos más tareas.

Hoy día, las mujeres están siendo más perjudicadas porque muchas salen de casa a trabajar, muchas estudian, tienen responsabilidades en su trabajo y además siguen teniendo la misma responsabilidad que antes en cuanto a la casa y los niños.
Evolucionamos un poco en el sentido de ver que la mujer al igual que el hombre puede traer el sustento a su familia y que puede desarrollarse profesionalmente. Sin embargo, aún no hemos llegado al punto en que los hombres entiendan que la casa y los hijos no es tarea de la mujer solamente.
Aún cuando nos encontramos con hombres mejor educados en ese sentido, más respetuosos de la igualdad de ellos y su esposa, vemos que no lo tienen muy claro. Y es que a pesar de que hacen algunas tareas de la casa y los hijos lo siguen llamando a esto: “AYUDA.”
Hoy me gustaría hablar de aquellos esposos que dicen no ser machistas porque ellos ayudan en casa. Los que dicen. . . Yo ayudo a mi mujer en casa y también la ayudo con los niños.

Esto de momento suena bien, incluso hay mujeres que dicen que su esposo es de los hombres que ayuda en la casa y se sienten feliz por ello. Y qué bueno que cada día sean más los que estén dispuestos a colaborar, pero es un error decir que ayudan.
Pero me pregunto…. ¿Ayudan. . ? ¿a quién. . ? ¿a qué. . ?
Yo no quiero tu ayuda. Yo quiero que al igual que yo sientas la responsabilidad del hogar que hemos creado.
Se ayuda a alguien en un proyecto de trabajo o en un hobbie pero no en algo de lo cual son responsables por igual.
Esta simple pero marcada palabra solo demuestra lo lejos que aún estamos de esa sociedad en igualdad de condiciones para ambos. Lo lejos que están los hombres de entender que esas tareas que ellos hacen no son más que su responsabilidad.
Todos tenemos que educarnos en la cooperación mutua, porque aún pesa mucho la forma en que fuimos criados donde es común escuchar que las mujeres cuando se casan son las responsables de atender a su marido, su casa y sus hijos.
En las labores del hogar las personas que conviven juntos no se ayudan las unas a las otras, sino que cada una tiene la responsabilidad de hacer las tareas por igual.
Si alguien dice “te ayudo,” está dando por sentado que lo que se está haciendo es solo tu responsabilidad y solo te ayudará generosamente.

Lamentablemente es muy común que en relaciones de parejas la responsabilidad y obligación ante los deberes en casa sea motivo de discordia. Las mujeres por lo general se quejan de la carga que llevan en sus hombros con la casa y la crianza de los hijos, y los hombres se defienden diciendo que ellos ayudan en lo que pueden.
Estos conflictos se terminarán el dia en que entendamos todos que los hombres en casa no ayudan, sino que en casa se reparten las tareas de las que ambos son responsables. Si hay que lavar la ropa, cualquiera de los dos puede hacerlo, porque la final es ropa de ambos. Si hay que cocinar, igual porque ambos van a comer. . . y así con cada cosa que tengan que hacer.
Si la pareja tiene hijos, es vital que desde antes de nacer el niño se sienten y conversen de lo que les va a cambiar la vida y la responsabilidad que ambos tienen con esa criatura.
Los padres no ayudan con los niños, los padres solo ejercen su paternidad por la que son responsables de igual forma que la madre.
En esto hay mucho pero mucho que cambiar, porque es cierto que generalmente son las madres las que se hacen cargo de la crianza. Es tan extraño que los padres se involucren en la crianza que cuando vemos a uno que lo hace lo aplaudimos como algo extraordinario, cuando lo que está haciendo es solamente cumpliendo su deber de padre.
Otro de los errores que se cometen es que muchos hombres cuando ven que las esposas se quejan por su poca “ayuda,” se defienden diciendo que no han hecho nada porque no le dicen qué hacer.
Si necesitan que sea la esposa la que diga es porque siguen pensando que es la responsabilidad de ella, y ellos solo la apoyarán en lo que le digan.
Pero es que nadie tiene que decir qué hacer, los dos viven juntos y si no hay que comer, lo más lógico es que cualquiera se ponga a hacer la comida, o si tienen hijos y hay que bañarlos, hay que hacerlo, o cambiar un pañal o ayudarles en la tarea. Es como en tu trabajo cuando ocupas una posición determinada. . . tú sabes cuáles son tus obligaciones y nadie tiene que estar diciéndote lo que debes hacer.

Algo muy distinto es que se pongan de acuerdo y se dividan las tareas, o que decidan que esto lo hago yo hoy y tú lo otro mañana pero los dos son responsables de la casa y los hijos.
He sido maestra por muchos años y soy coach de padres desde hace unos cuantos y sé por mi experiencia que lamentablemente la mayoría de los padres están desconectados de la educación, de la escuela y ni siquiera saben datos importantes de sus hijos.
Esto sucede porque se le cede esta responsabilidad a la madre, cuando a ese niño lo deben educar los dos.
Hay muchísimos, diría yo demasiados padres, a los que los maestros no conocemos, que delegan en la esposa la misión de ir a hablar con los maestros porque ella es quien se encarga de eso.

Por eso cuando me he tropezado con un papá involucrado en la crianza, lo halago porque considero que muchos de los problemas que enfrentamos en la educación está dado por la poca participación de ambos padres en la educación de sus hijos. Y esto es una conducta que se repite y se acepta como un patrón que después esos niños de adultos lo imitarán.
Así que, mujeres, dejen de repetir que sus esposos las ayudan.
Hombres, dejen de decir que no son machistas porque ayudan en casa.
Dejen de repetir que apoyan con los niños. . . los hijos son de ambos, la comida se la comen ambos, la ropa sucia la necesitan lavar ambos y así todo lo que implica una convivencia respetuosa y responsable.
Y a la sociedad hay que borrarle el tabú de que el matrimonio es para que uno sirva al otro. El matrimonio es igualdad, es cooperación y es equilibrio.
Es caminar de la mano y a la par.
Solo asume la parte que te corresponde en tu familia y así evitarás conflictos de pareja y tendrás una vida más armónica y feliz.
Gracias por leerme,

Cuesta mucho cambiar la forma de pensar de la sociedad, pero poco a poco vamos consiguiendo que todos arrimen el hombro en casa. En mi casa sería un 60% yo y un 40% mi marido en cuestiones del hogar. con la niña es un 50% cada uno.
Besotes
Hola Violeta!!
Aún nos queda mucho por hacer pero llegaremos.
El porciento de tu hogar no está nada mal 🙂 🙂
Un abrazo y gracias por la visita y le comentario.
Hola,
Coincido en este gran detonador del “me tienes que ayudar” pero que viene tan arraigado al lenguaje que parece que lo tenemos incrustado en el cerebro. Coincido en la repartición de tareas , eso me lleva a un mejor estado de la pareja y que no recaiga todo sobre una sola persona. Pero , creo que este post de importante tiene quitarse la palabra “ayudar” es un lastre. Y por eso, es cómo si nos estuvieran haciendo un favor. Cuando , cómo dices , los dos debemos participar activamente en las labores. Los dos hacemos gastos y probablemente los dos aportamos un dinero ¿porque dejarlo en manos de una sola persona? Muy útil y aprendo mucho. Un saludo! Keren
Hola Keren!!
Siempre un placer tenerte de visita por aquí.
Yo también coincido contigo, debemos seguir luchando por eliminar ese concepto de “ayuda” y abogar más por la colaboración de la pareja.
Gracias por tus palabras.
Un abrazo, Giselle
Hola buenas tardes, un saludo fraterno, y con todo respeto pienso que al solo dejar la palabra “ayuda” que es tan amplia, con la de “favor” pues eso desdibuja la parte positiva de la palabra ayuda, pienso que no es tan mala, todo en cuanto que, esa ayuda de ambos 50/50 es la que lleva a flote cualquier tipo de relación, si es tomada mas como apoyo, protección, servicio, solidaridad, participación, compañerismo, camaraderia, no es tan mala la palabra ayuda, es mas bien el contexto que se le de, porque que rico que en vez de tomarse como “favor” se tomara como participacion o como compañerismo seria merjor que la pálabra responsabilidad, ya que la responsabilidad es sinonimo de obligación y aveces se hacen las coasas sobre todo en familia mas por amor y no tanto por obligación, entiendase esto por ejemplo en mi caso, yo amo mi familia y lo doy todo porque los amo, mas que por que la ley me “obligue”, porque a mi como padre la ley me obliga al deber de cuidado y ala manutencion pero no hay ley que obligue a amar al otro eso es algo que nace y que no hay forma de medirlo, solo quien siente ese amor sabe su valia. por eso y ya que me estaba saliendo del tema, reitero con todo respeto pienso que no es tan malo decir ayuda si esta es tomada con mas amor como compañerismo o participacion que como favor. bendiciones.
Gracias!