
Algo que es bien complejo para el ser humano es descubrirse a sí mismo. Es el ser capaz de reconocer todo lo positivo y las debilidades de su propia personalidad.
Cuando queremos que alguien reflexione sobre un tema, una situación o un comportamiento le decimos que lo consulte con su almohada. La almohada es un símbolo diría yo de desahogo, es lo que usamos para reprocharnos a nosotros mismos a solas por algo, es donde lloramos sin que nadie nos vea, es donde soñamos con lo inimaginable y también es donde apoyamos nuestra cabeza y dormimos a piernas sueltas, si es que en ese momento la vida nos sonríe.
¿Cuánto no sabe nuestra almohada? ¿Cúantas penas no han sido ahogadas en sus fundas? ¿Cuántos recuerdos no hemos vuelto a vivir en un sueño? Pero al final la almohada es solo eso: una almohada. Cada persona siempre debe tener un método de desahogo, de reflexión, de agradecimiento consigo mismo. Por mucho que podamos hablar con alguien sobre un problema, siempre debemos ser capaces de la autoconversación, de la autocrítica y el autoconocimiento.
Hoy les quiero hablar de la técnica del espejo, algo que deberíamos usar todos con bastante frecuencia para tener la oportunidad de conversar con nosotros mismos.
Todos sabemos que un espejo es un objeto que tiene la propiedad de reflejar una imagen y es precisamente por esa propiedad del espejo que se utiliza en psicología, buscando que la persona se vea a sí misma para realizar terapias y tratar problemas de falta de amor propio, miedos, inseguridades, traumas, etc.
Es una técnica terapéutica que se puede utilizar de manera guiada por un terapeuta o que cada quien la puede hacer solo. Funciona también con los niños y los adolescentes.
Es una dinámica que los padres pueden usar con sus hijos desde pequeños y así de manera sistemática trabajar en el desarrollo de la autoestima.
Es importante que tengamos en cuenta que la vida es como un espejo, te devuelve aquello que le das. El espejo te devuelve tu propia imagen, pero tú verás solo lo que quieras ver porque cada ser humano tiene una percepción distinta de la realidad.
Al estar frente al espejo solo ves tu imagen y eres quién interpretas qué ves. Este es un ejercicio muy bueno para todos, es algo que debemos hacer con frecuencia, aún cuando no creamos que tenemos nada que nos preocupe.
Es ideal para las personas con baja autoestima, para el que solo ve lo negativo que le pasa, para el que siente temor a algo, para aquel que no se siente aceptado por los demás y no tiene la motivación necesaria para cambiar eso. Y para el que no se acepta a sí mismo.
Por ejemplo, en casos de anorexia o bulimia, la persona no logra ver la imagen que se refleja en el espejo, no se ve a sí mismo, por eso aún estando muy delgados se ven gordos y siguen en la lucha por perder peso.
Lo que sucede es que muchos de los problemas a los que nos enfrentamos tienen sus solución en nosotros mismos y perdemos el tiempo buscando las respuestas en cualquier lugar menos en nuestro propio ser. Y es que la autoestima y la autoaceptación es el antídoto de muchos males.

¿Qué es la autoestima?
No es más que la percepción y el concepto que cada persona tiene de sí mismo. Es cómo nos evaluamos a nosotros mismos, cómo aprobamos o desaprobamos nuestra manera de ser. Es también la forma en que nos aceptamos o no físicamente.
Esto es algo que comienza desde la infancia y que vamos desarrollando durante toda nuestra vida. La autoestima no es algo palpable, es decir que otra persona pueda ver. Es algo subjetivo pero que proyectamos ante la vida y en ese sentido si se puede apreciar.
Cuando tenemos problemas de falta de amor propio, miedos o insatisfacciones, eso es algo que vamos dejando ver en nuestra manera de actuar y que se verá reflejado en cada cosa que hagamos en la vida. Una baja autoestima es algo que daña en primer lugar a la persona, pero también sus relaciones personales, familiares, de pareja, laborales. . . en fin todo se verá afectado por eso.
La primera infancia es el nacimiento de la autoestima del ser humano, es en el entorno de la familia donde primero el niño empieza a quererse a sí mismo. Es mamá quien primero modela ante su hijo para que este aprenda a aceptarse, a vencer obstáculos, a ser persistente, a sentirse amado. Por eso el ejemplo de los padres, la educación con respeto y el desarrollo de valores son los cimientos de la formación de la personalidad del niño y de lograr que desarrolle una elevada autoestima.
La autoestima es muchas veces vista como un problema de determinadas personas, sin embargo hay estudios que demuestran que todas las personas en algún momento tenemos pérdida de la autoestima. Hay quienes lo tienen de manera más profunda y más prolongada y hay quien solo pasa por una sencilla y corta etapa de pérdida de la autoestima en algún momento de su vida.
Por ejemplo, una persona con una elevada autoestima, en determinada etapa, puede verse afectada debido a alguna situación fuerte como, por ejemplo, ante la muerte de un ser querido, un accidente o un evento traumático. Tener una buena autoestima no significa que ya estamos libres de poder tener en algún momento problemas con ella. Es además algo que afecta a personas de cualquier nivel o estatus social y de cualquier edad.
Algunas personas al analizar su vida, o determinada situación que están pasando, se llenan de preguntas y de lamentos como por ejemplo:
- ¿Por qué todo me pasa a mi?
- ¿Cómo voy a poder lograr esto?
- Qué mala suerte tengo. . .
Y así infinidad de cuestiones que solo lo llevan a un desplome de sus emociones y a un desequilibrio emocional.
Por eso es importante esta técnica, para que busques las respuestas a tus preguntas en ti mismo, pero saliendo de ese círculo de negatividad.

¿En qué consiste la técnica del espejo?
El primer paso es que te sientes y hagas una lista de todas las cosas positivas que tengas.
Por ejemplo: tus virtudes, habilidades, cualidades, tus aptitudes. . . etc. Después escribirás todo aquello por lo que das gracias a la vida.
Es importante que seas lo más sincero que puedas.
No te sientas mal de mencionar todas tus cualidades, eso no es autosuficiencia, es saber reconocer tus virtudes.
No te preocupes si tu lista es larga o es corta. Con el tiempo podrás ir agregando otros puntos si es que lo deseas.
Aquí te dejo un ejemplo de lista que puedes hacer adecuada a ti, por supuesto. . .
- Soy honesta, trabajadora, persistente
- Me gusta ayudar a las personas
- Doy gracias por mis hijos, por mi salud y la de ellos
- Doy gracias por mi esposo que me complementa y por mi trabajo que me apasiona
Y así pones todo aquello bueno, lindo y positivo que tengas en la vida. Recuerda que siempre atraemos lo que nosotros mismos damos. Es decir, rodéate de lo positivo para atraer energía positiva a tu vida.

Segundo paso: frente al espejo y mirándote a los ojos.
Es importante que busques un tiempo de tranquilidad, de soledad, sin prisa y ya frente al espejo mirarás a tus ojos directamente. No estarás ahí para mirar tu cabello, tu cuerpo. . . no. Solo mirarás a tus ojos. Recuerda que los ojos son el reflejo del alma. Y así mirando fija y profundamente a tus ojos hablas contigo mismo, y te dirás cada punto de tu lista.
Trátate con cariño, que tu voz sea suave, habla despacio y pronunciando bien cada palabra. No hagas esto como rutina para salir de ella, así no verás el resultado.
Búscate en la mirada, entra a tu alma y háblale, encuéntrate y si estás pasando por algún momento difícil, rescátate.
Es importante verse a uno mismo, es importante estar ahí cara a cara con tu persona y enfrentarte a tí mismo. Es un recurso de autoanálisis, de autorreflexión y de ordenar las ideas.
¿Quién mejor que tú para decirte quién eres?
¿Quién mejor que tú para recordarte lo valiente que eres y lo que has sido capaz de lograr?
¿Quién mejor que tú para decirte todo lo que vales y todo lo que las personas te quieren?

También, ¿quién mejor que tú para mirarte y decirte que levantes la cabeza y dejes de lamentarte si tienes tanto por agradecer.
Que te seques las lágrimas y continúes el camino con la fuerza que tienes.
Todos tenemos en casa un espejo así que todos tenemos una técnica de terapia personal al alcance. . . Tú serás tu mejor aliado, tu cómplice y tu ayuda sin igual. Todos vivimos esta vida donde se ríe y se llora, donde te dan y te quitan pero aún así es maravillosa.
Usa tu espejo y conversa, ríe y llora contigo. Mírate a los ojos y cada dia descubrirás en tu mirada un brillo que nunca antes habías visto.
Para finalizar, me gustaría decirte que este es un recurso muy valioso para cualquier persona, no es algo que debamos hacer solo en momentos de depresión o de problemas. Es recomendable hacerlo a diario por dos o tres minutos, o al menos tres veces por semana.
Si hacemos esta técnica con frecuencia nos ayudará a mantener siempre en primer plano todas aquellas cosas por la que nuestra vida vale la pena y así nos ayudará a enfrentar las tiempos difíciles de mejor manera.
Les mando un fuerte abrazo y recuerden que la mejor terapia es aquella que sale desde dentro de cada uno de nosotros.

Interesante práctica. Sé con certeza que funciona solo que, ¿No es verdad que a veces nos rehuimos en el espejo, ya sea por prisas de la vida rápida, puede que por creer que no somos lo suficientemente bellos, o porque quizás creemos que no hay nada bueno en nosotras? A veces lo evitamos, y creo que, esta técnica , (Que ya llevé a cabo hace muchos años) es muy buena y efectiva. eso sí, no es instántaneo. Me ha gustado que lo divulgues para que llegue a muchas personas. Si me permites te hago share. Un saludo , te veo desde bloguers.
Hola Keren
Que gusto me da saber que has usado esta técnica y que puedas compartir tu experiencia conmigo y mis lectores. Así mismo como dices, en muchísimas ocasiones nos peleamos con el espejo porque no queremos ver lo que refleja. Sin darnos cuenta que solo el espejo refleja lo que le damos y es eso lo que tenemos que cambiar.
Es además algo que no es mágico por tanto no es instantáneo, sino que funciona como método habitual para estar siempre recordándonos a nosotros mismos los valores y la riqueza que tenemos en nuestra vida.
Por supuesto que me da mucho gusto el share 🙂 y seguro nos seguimos viendo en Bloguers 🙂
Un abrazo,
Giselle