No importa de qué país eres, ni cual es la religión que practicas, o que nivel escolar tienes… las madres tenemos un diccionario único e irrepetible.
No importa si naciste en el campo, en el medio de la ciudad o incluso si naciste en un auto camino al hospital. Cuando te conviertes en madre hay diferencias que se borran porque todas y cada una de nosotras tenemos muchos puntos de coincidencia en miles de cosas y hoy les traigo una de ellas… las frases de mamá.
Mi mamá y la tuya, me refiero a ti que estás leyendo esto, no se conocieron nunca (probablemente), sin embargo, si hoy nos sentamos a conversar tú y yo podríamos repetir frases que nos decían cuando éramos niñas… y por cierto muchas de ellas, por no decir casi todas, nos daban mucho enojo. Pues hoy soy madre igual que lo eres tú probablemente… y quizás tampoco nos conocemos, sin embargo, tenemos un diccionario casi igual para hablar a nuestros hijos con pequeñas diferencias de frases del argot popular solamente.
¿Por qué pasa esto?
Esto sucede porque hay sentimientos, miedos, preocupaciones e instintos que tenemos las madres todas por igual. Si observamos a un animal cuando tiene a su cría, podemos darnos cuenta que todos reaccionan de la misma manera. Casi todos se vuelven muy vigilantes, protectores, no desean que se acerquen a su cría y solo se enfocan en alimentarlos y darles calor. Hay miles de ejemplos en el mundo animal de madres excepcionales que se vuelven diferentes después de traer al mundo a su cachorro.
Pues a las mujeres nos pasa algo similar. Desde que sabemos que tenemos una vida dentro de nosotras, ya estamos pensando en ella en primer lugar. Pero una vez que nacen ya comenzamos a sentir que por sobre todas las cosas tenemos que proteger a ese pequeño pedacito de ser que trajimos al mundo.
Y esto no cambia según crecen los hijos porque nuestros instintos de cuidados y protección también crecen con ellos. Es por eso que difícilmente nuestro hijo salga de casa (con la edad que sea) y no nos preocupemos de recordarle cosas que solo nosotros sentimos que es nuestro deber y responsabilidad desde que le dimos la vida.
En la medida en que van creciendo nos tenemos que ir haciendo de frases que sin darnos cuenta eran aquellas mismas (quizás más modernas) que decían nuestras madres o abuelas. Y las repetimos muchísimo, si, porque a los niños se les educa repitiendo (eso está bien) y no podemos cansarnos de hacerlo. Aquí les dejo algunas de las frases que usamos las mamás y que son bien efectivas… bueno, a veces 🙂
Frases de las madres:
- Hoy no he parado.
- No me he sentado en todo el día.
- No pasen que el piso está húmedo.
- Este cuarto está patas arriba.
- Organiza tu cuarto.
- Te dije que no comieras en la cama.
- Cuando yo regrese no quiero este desorden.
- Tiende esa cama que parece un nido.
- Tu cuarto parece un chiquero.
- Tu comida está servida.
- Te dije que vengas a comer que se te va a enfriar la comida.
- Come con la boca cerrada.
- No metas las manos en la comida.
- ¿Cuántas veces te he dicho que te bañes?
- Restriégate bien y lávate las orejas.
- Como la maestra me de una queja ya verás.
- Y si tu amigo se tira de un puente, ¿tú también?
- Ese amigo no me gusta.
- No vas a salir.
- Te dije que no.
- Porque soy tu mamá y punto.
- Aquí mando yo.
- Eres como tu padre.
- Ustedes me van a matar de un disgusto.
- Agarra tu abrigo.
- ¿Desayunaste?
- ¿A qué hora vienes?
- ¿Con quién vas?
- ¿A dónde vas?
- A las __ aquí.
- Pónle el volumen al teléfono.
- ¿Por qué no respondes cuando te llamo?
- Estás cansado para lo que te conviene.
- ¿Tu piensas que soy tu criada?
- Procura que no vaya para allá.
- Deja que lleguemos a la casa.
- A tu edad yo ___.
- A mi mamá no le podía contestar así porque ___.
- Baja la música.
- ¿Y esa novia quién es? ¿Dónde vive? ¿A que se dedica? ¿Y su familia. . .?
- A mi no me levantas la voz.
- ¿Tu te crées que yo soy rica?
- Si sigues llorando vas a llorar con un motivo.
- Lo que estás es falto de unas buenas nalgadas.
- Si llueve no te mojes.
- Te lo comes todo que mira lo flaco que estás.
- Duérmete ya.
- Apaga la tele.
- Voy a contar hasta tres.
- Arréglate ese pelo.
- ¿Agarraste la sombrilla?
- Pregúntale a tu papá..
- Esto no es un hotel.
- ¿Me ayudas con mi celular que no lo entiendo?
- Acuérdate que madre no hay más que una.
Muchas más frases estoy segura que ustedes sabrán, así que las invito a que las agreguen y hagamos esta lista mucho más larga.
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