El tema sobre el miedo en los niños, siempre está presente en las preguntas que hacen los padres. Muchos padres siempre comentan diferentes experiencias con sus hijos y sus miedos.
La pregunta es: ¿Quién no ha experimentado miedo?
En mi caso me dan terror las cucarachas, los ratones y las ranas. Además qué decir del temor al dentista y al ginecólogo. Estos miedos míos han estado condicionados por experiencias desagradables que he tenido. Nadie está exento de sentir miedo en algún momento de su vida.
Cuando somos niños que estamos conociendo y descubriendo el mundo, los miedos forman parte de ese proceso.
¡No te asustes! El miedo en los niños es algo bastante normal y generalmente aparece alrededor del primer año de vida pero se manifiesta de diferentes formas según la edad.
¿Qué es el miedo según la Wikipedia? El miedo es una sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario.
El niño pequeño está explorando y conociendo el mundo, así que te debes imaginar que tiene mucho camino por recorrer y muchas interrogantes que descubrir. Como parte de ese camino están los sentimientos que está descubriendo como el amor, la tristeza, el dolor y el miedo es uno de ellos. El niño pequeño aún no sabe distinguir sus emociones. La mayoría de las veces ni sabe por qué llora, o por qué está emocionado.
En su interacción con el mundo que están conociendo los niños experimentan y descubren muchas sensaciones como el amor, la relación con mamá, con el hermano, el enojo, el hambre y así también descubren el miedo.
El miedo se aprende y también se enseña.
Muchas veces escuchamos a los padres decir que su niño no le teme a un perro o no le teme a subirse en algún lugar o incluso a querer tirarse al agua cuando están en una piscina. Lo que pasa es que los niños no conocen del miedo. Por ejemplo, si se cae de algún lugar donde se había subido, sentirá dolor por el golpe. Eso se le pasará y lo más seguro es que en unos días otra vez esté tratando de subirse al mismo sitio. Por eso es tan importante supervisar siempre a los niños ya que no conocen el miedo ni la precaución.
El niño sólo comenzará a sentir miedo cuando le enseñemos el miedo. Es decir, el miedo está estrechamente relacionado al aprendizaje. Va unido al dolor por tanto cuando experimentamos algún tipo de dolor provocado por algo, entonces ahí aparece el miedo porque es la forma que tenemos para supervivencia. Nuestro cerebro guarda la información de aquello que nos ocasiona dolor y el miedo nos avisa cuando estamos ante la presencia de ese dolor nuevamente para que podamos protegernos.
Entendido así, el miedo es una forma de supervivencia y está bien porque puede ayudarnos a protegernos. Lo que pasa con los niños es que somos los adultos los que enseñamos el miedo a nuestros niños porque les transmitimos nuestras experiencia. Generalmente detrás de un niño con miedo hay padres temerosos o muy sobreprotectores.
Esto no quiere decir que no tengamos que enseñar a los niños a protegerse. Lo que debemos cuidar es la forma en que lo hacemos. Siempre debemos dejarlos enfrentarse a algunos temores de manera supervisada. Incluso hay algunos miedos que enseñan a los niños a ser precavidos.
Los miedos hay que enfrentarlos y la mejor medicina para enfrentarlo es el amor y la seguridad que le ofreces a tu hijo. Todos los miedos no se pueden eliminar y van desapareciendo según avanza la edad de los niños.
Si los padres no saben enfrentar y ayudar a sus hijos a superar sus miedos en estas edades tempranas en algunos casos pueden ser perjudiciales para el buen desarrollo de los niños.
Cómo ayudar a tu niño a enfrentar sus miedos
- Escúchalo con atención para que conozcas cuál o cuáles son las razones de su miedo.
- No te burles de sus temores, no minimices la situación. Por ejemplo, si tu niño le teme a las inyecciones, no te rías y le digas que eso no duele. No le digas que es una bobería o solo un pinchazo. Lo que debes hacer es prepararlo para ese momento con la verdad. Si le mientes lo haces sentir mal porque él no va a entender qué le sucede y la próxima vez no te dirá.
- Nunca lo trates de disciplinar o de que te obedezca en algo usando el miedo. Por ejemplo, no le digas: “Si sigues llorando va a venir el hombre del saco y te llevará por majadero.”
- No le cuentes historias ni le dejes ver programas de monstruos, brujas, etc. No necesitas alimentar los miedos que por su propia edad va a tener.
- No utilices juegos que los lleven al susto. Por ejemplo, si vas a jugar con tu niño pequeño a esconderse, no hagas de esto un problema; escóndete en algún lugar donde te vea y no escondas todo tu cuerpo para que el te encuentre fácilmente. No esperes a que esté de espaldas y tu lo sorprendas de un manera brusca. Este juego debe ser suave y divertido.
- Si tu hijo le teme a algo, nunca lo expongas a ese temor porque alguien te ha dicho que así se le quitará su miedo. Esta actitud empeorará su miedo y además puede traer un desenlace fatal. ¿Sabes que hay niños que han sufrido parálisis faciales, pérdidas del habla o trastornos cerebrales por estar expuestos a algo que los atemoriza? Si no le gusta la adrenalina, no lo obligues cuando van al parque a subir a determinada atracción por sencilla que parezca para ti.
- No sobreprotejas a tu niño. Si vas al parque siempre debes estar atenta a sus juegos pero no evites que realice algunas actividades por si se puede caer, o si se raspa las rodillas. Déjalo crecer y desarrollarse aunque siempre bajo tu supervisión. Si ves un perro no te interpongas siempre delante porque temes que lo muerda al no ser que consideres que tu niño está en peligro. Si actúas siempre así, tu niño verá un perro y creerá que son todos un peligro y desarrollará un miedo a los perros con el que vas a tener que lidiar más adelante.
- No uses determinados métodos que puedan desencadenar en fobias para tu hijo como por ejemplo obligarlo a dormir con la luz apagada o obligarlo a ir a la segunda planta de la casa solo. Siempre necesitará tu apoyo y compañía. Si no le gusta dormir a oscuras, busca una lámpara con luz tenue y así el sentirá que lo apoyas y lo entiendes. Eso ayudará mucho a superar su miedo.
- No le transmitas tus temores. Por ejemplo, si no te gustan las ranas (como a mi) no les transmitas esto a tu hijo. Si le ofreces formas de cómo enfrentas tus miedos le servirá de guía a él con los suyos.
- Por último y no menos importante, siempre busca la razón de sus miedos. Por ejemplo, si está temeroso de ir a la escuela o a algún otro sitio, averigua que pasa. No te sientes a esperar que pasa, sal a buscar las explicaciones de por qué tu niño tiene miedo. Nunca ignores estas señales.
Cada uno de estos consejos unidos siempre al amor y la seguridad de los padres ayudarán a los niños a transitar por la vida y lidiar con sus temores.
Si después de esto no obtienes resultados favorables o si observas que la magnitud de los temores de tu hijo es grande, no dejes de ver a un profesional. No siempre los padres podemos resolver las situaciones que enfrentan nuestros hijos. Nuestra labor es buscarles la ayuda adecuada y en este caso será un profesional.
Los miedos cambian según la edad y hay diferentes tipos de miedos. Los más comunes entre los niños son:
- Miedo a la separación.
- Miedo a la oscuridad.
- Miedo a los ruidos.
- Miedo a los monstruos.
Solo te he nombrado cuatro pero los niños desarrollan miedos inimaginables y muy personales a partir de su experiencia.
Definitivamente tenemos que seguir hablando de este tema. Me gustaría saber si tu niño o niña está experimentando algunos de estos miedos o otro diferente. Me encantaría poder ayudarte.
Veronica says
Hola buenos días me llamo veronica tengo una nena que tiene 5 años y todavía tiene miedo al entrar al jardín no lo puede superar pero cuando sale del jardín me recibe con una sonrisa gigante y cuando le pregunto cómo la paso me dice re bien mami Y me cuenta todo lo que hicieron pero el miedo a la entrada todavía no lo supera porque será?
Giselle says
Saludos Veronica!!
Por lo que me cuentas creo que la niña quizás lo que aún está sufriendo es ansiedad por la separación. Esto es normal en los primeros años de vida, pero hay que ir observando si en un tiempo no desaparece. Si ella al final del día está contenta, y si tampoco te deja indicios de que está siendo maltratada o que algo en el jardín anda mal, me inclino a pensar que su miedo es a la separación.
Muchas preguntas de su entorno pudieran hacerse ..por ejemplo “ si ha habido algún problema de divorcio? , si ha muerto alguien de la familia o cercano a la niña?. Si ella está expuesta a contenido en redes o la tele donde haya podido ver algún evento en el que un niño queda solo, o algo así?
O si algún día se te ha pasado la hora de ir por ella y eso le ha causado esa ansiedad.
Si no ha pasado nada de esto, solo muestrale seguridad y dejale saber que mamá estará siempre al final del día para recogerla y sigue observando e indagando un poco más sobre el jardín y lo que se vive durante el día . Siempre hay que estar seguros al 100 de donde dejamos a los peques.
Gracias por compartir conmigo tu experiencia, espero poder ayudarte.
Un abrazo,
Giselle