A solo dos días de terminar el año, es el mejor momento para…
Así es la forma típica en que muchos despedimos un año y le damos la bienvenida al otro. Siempre llenos de buenos propósitos, de sueños que no hemos cumplido y de proyectos que hasta ese momento no se han materializado. Siempre queremos dejar de fumar para el nuevo año, o ahorrar dinero, o hacer dieta…
De manera generalizada siempre vemos el comienzo de un año como el momento ideal para hacer algo que en ocasiones hemos venido aplazando, poniendo una u otra excusa que nada tiene que ver con el calendario.
Hay un viejo refrán que dice, “Año nuevo, vida nueva…” ¿Qué tan real será esto?
¿Es que acaso con el paso de 24 horas entre el fin de un año y el inicio de otro podremos cambiar nuestras vidas?
Escoge tú la respuesta que prefieras, si te parece que tu vida hasta las 12 de la noche del dia 31 de diciembre puedes cambiarla a las 12:01 minuto… pues esa será tu elección.
La mia es no… porque no quiero una vida nueva, no quiero cambiar ni borrar ni un minuto de la que he tenido porque aún con las lágrimas ha sido increíble. Y no quiero borrarla porque es imposible, y es por eso que los buenos propósitos con los que comenzamos el año pocas veces se cumplen porque sin darnos cuentas los hacemos irreales.
Para cumplir esos propósitos, tenemos que convertirlos en metas y para ello no hace falta que borremos el pasado, no hace falta empezar una nueva vida… lo que hace falta es cambiar en nosotros mismos la manera en que nos limitamos ante la vida.
Son muchas las veces en que somos nosotros los que nos ponemos trabas ante algo, los que nos ponemos frenos y le damos otro plazo siempre buscando justificación en el tiempo… en el próximo año, o el siguiente lunes, o cuando llegue el verano y así. Sin darnos cuenta que la vida pasa, que el reloj no se detiene y que si hay algo que necesitamos hacer el momento es hoy.
Si hay alguna meta incumplida o deseada, no esperes a las 12 de la noche del 2019 para planteartela, o a que recibas el 2020. Empieza a planificarla hoy y si en verdad es necesaria pon todo tu empeño en ello.
Siempre estamos buscando la felicidad en factores externos a nosotros… en una pareja ideal, en un trabajo prometedor, en un viaje, en sacarnos la lotería, en perder ciertos kilos… y así puedo enumerar muchas razones en las que la personas depositan su felicidad.
La felicidad está en nosotros, y en la vida que tenemos. La felicidad está en ver a tu hijo pintar sentado en el suelo de tu casa, aun si no tienes un duro para ir de viajes.
La felicidad está en recordar todo el amor que te dieron tus padres, aún cuando ya no estén.
La felicidad está en la salud que tengan hoy tus hijos, y tú para disfrutarlos.
La felicidad está en el amor que recibes y el sobre todo en el que das.
El dinero y las cosas fuera de nuestro ser no dan la felicidad, hay quien tiene mucho afuera y está vacío por dentro. Y esto puede parecer una frase muy trillada pero es real. No se puede comprar con dinero las verdaderas cosas que proporcionan felicidad.
Es cierto que hay momentos de infelicidad, de tristeza… pero es parte de la propia vida. Te pueden pasar cosas buenas y malas, pero esas no dependen de tí… son parte del camino que recorremos cada día. Lo que sí depende de tí es tu actitud ante esos tropiezos.
La actitud ante la vida es lo más importante porque con la actitud si se pueden cambiar muchas cosas. Como por ejemplo con una actitud responsable podemos evitar ciertos problemas. Con una actitud ahorrativa podremos evitar un mayor golpe a nuestra economía. Con una actitud responsable ante el sexo podremos evitar la propagación de enfermedades. Con una actitud responsable como conductor no manejamos después de beber y así evitar accidentes.
Con una actitud adecuada y preparados como padres podremos criar hijos felices y mejores seres sociales.
Y así evitaremos infinidad de problemas sociales que enfrentamos hoy, y que su origen está en una mala actitud ante la vida.
Les deseo a todos que se se miren por dentro, que se reconcilien con ustedes mismos. Denle la fuerza y el valor que el alma tiene y recuperen el control de sus emociones si es que están pasando por una situación difícil.
Sólo tú tienes las riendas de tu vida en este y en todos los años… ¡vívela!
A los que están siendo afectados por la salud, les deseo fuerza y sanación.
A los que la economía los está golpeando, les deseo prosperidad y trabajo.
A aquellos que viven ahora una ruptura familiar, les deseo sepan manejar esto de la manera menos dañina posible.
A los que viven sin libertades, les deseo que no dejen de luchar por el más preciado de los derechos… el ser libres.
A los que hoy lloran la muerte de un ser querido, les deseo mucha paz.
Mis queridos lectores, esto que hago es parte de mi felicidad también. Escribir es para mi un placer y que ustedes esten ahi ahora pasando su mirada por estas letras es felicidad para mi.
Los invito a que miren la vida desde su lado más hermoso, que no esperen a un día determinado, o las 12 de la noche para decirle a alguien cuánto lo aman.
No esperes a mañana para pedir perdón a quien hayas lastimado. O para perdonar y seguir adelante.
No esperes al 31 de diciembre para dar un abrazo, o para brindar por el futuro, o agradecer por algo.
No hace falta volver a empezar, lo importante es continuar pero siendo mejores. Reparando errores y aprendiendo de ellos y sobre todo dando cada dia lo mejor de ti.
No esperes al 2020 para ser mejor que hoy hazlo ahora y todos los días…porque el mañana es incierto.
¡Feliz 2020!
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