Una de las etapas más difíciles que pasamos los padres es la etapa en la que nuestros hijos están en edades escolares. . . sobre todo en los primeros años de vida. Es un periodo en que nos pone mucha tensión a los padres el tema de la escuela y el comportamiento de nuestros hijos.
Cuando los niños comienzan en la escuela inician una etapa de adaptación que en casa también todos viven. En esa etapa es usual que el niño tenga actitudes un tanto complicadas en la escuela, como el llanto, o el no querer compartir, o no seguir órdenes de la maestra, etc. Los niños experimentan incluso cierta tristeza que en alguna medida es normal porque extrañan a sus padres y su vida hasta ese momento.
Después de pasado este periodo de adaptación comenzamos a vivir las quejas y reclamos de los maestros sobre algunas conductas y actitudes de nuestro hijo. Ahí es cuando comienza una verdadera etapa de crisis en el hogar que muchas veces los padres no saben cómo van a manejar.
Me gustaría comenzar enviando un mensaje de apoyo, respeto y agradecimiento a todos los maestros por la labor que hacen. Como maestra se lo dificil que es estar frente a un aula de niños día a día, enfrentando sus conflictos y situaciones y dando lo mejor de ti.
Los maestros muchas veces son subvalorados por la sociedad y muy mal juzgados por los padres, cuando realmente es en las manos de la educación es en las que está el futuro de una nación, así que una vez más mis respetos a todos mis colegas en todo el mundo.
Relación padres y maestros
- Deben ser aliados, no rivales. Los padres son los que en casa deben iniciar y contribuir cada día a la educación de sus niños, pero los maestros son la pieza clave y el complemento en esa formación.
- Deben tener una relación de cooperación. En ella está el éxito de la misión que tienen, que es la formación integral de ese niño.
- Debe estar basada en el respeto y manteniendo límites necesarios.
- Los padres crían y educan y el maestro apoya y complementa con la enseñanza.
Por tanto, los padres esperan que el maestro sea, ese aliado que necesitan en la crianza que con su conocimiento y preparación profesional le ayude a superar obstáculos y le de la solución a las situaciones que su niño pueda estar viviendo. Esperan que sea la persona que está protegiendo a su hijo en su ausencia y con quien el niño se sienta seguro y querido.
Los maestros esperan que los padres sean los que desde pequeños y dia dia provean a su hijo de amor, de valores, de respeto y que sean los que lleven a casa todo lo que la escuela y la educación del niño va necesitando.
Pero. . . ¿qué pasa muchas veces en la realidad?
Lo que sucede muchas veces es que hay un divorcio entre los padres y los maestros.
Hay padres que llegan a ver a la maestra como la enemiga de sus hijos. Ven a una persona que solo le da quejas, que le dice que su hijo hizo esto o aquello.
En muchas ocasiones somos los padres en actitudes defensivas y protectoras los que no queremos ver los errores que nuestro hijo comete. Por ejemplo si la maestra te dice que el niño ha pegado a otro niño , hay papás que dicen que eso no puede ser que su hijo no pega. Sin embargo en casa ,ese niño le pega a su hermano…pues esto mismo es lo que hace en la escuela, pero con otro niño.
Otro ejemplo es de un niño que no quiere compartir sus juguetes, quizás mamá no lo ve porque en casa no tiene con quien disputarse un juguete porque es el más chico y nadie le va a quitar ese juguete. Pero ahora en la escuela él está de igual a igual con otros niños y ahí es donde saca ese comportamiento de no querer compartir, que es incluso normal siempre y cuando se maneje bien y no escale a mayores.
Y asi yo podria estar aqui sentada horas escribiendo miles de ejemplos …el problema en estos casos,en sentido general, es que hay padres que no quieren ver que sus hijos tienen ciertos comportamientos que hay que corregir, o tienen determinadas actitudes que hay que modificar. O el niño no está alcanzando los resultados académicos que debería tener y hay que accionar en ello para solucionarlo.
Hay padres que ante esto no tienen la mejor actitud e incluso se lo transmiten a su hijo. Al conocer a los padres en muchas ocasiones los maestros nos damos cuenta del porqué de ciertos comportamientos de los niños. Porque si tú como adulto manejas las situaciones sin el más mínimo cuidado y control. Tu hijo aprenderá de ti ese comportamiento y así también resolverá mañana sus conflictos y así mismo se comportará en la escuela.
Y esto está dado o por la sobre protección de los padres o porque hay una actitud de negación de su parte ante determinadas situaciones, y esto por supuesto no será para nada beneficioso para el niño.
Los padres deben ser abiertos a escuchar las opiniones y sugerencias de los maestros porque ellos son profesionales y su misión es también ayudar al niño en su entorno familiar.
Son los maestros los que pasan la mayor parte de las horas del día con el niño. Los maestros en edades tempranas son figuras y piezas claves en el rompecabezas de la vida de un niño.
Los niños sienten un amor incondicional por sus maestros, si en casa tratan de hacer algo diferente a lo que hace la maestra, él se niega, hay que hacerlo justo como ella dijo.
Los niños ven en sus maestros sus modelos, las personas que admiran y a quien quieren agradar a toda costa.
Por eso los padres deben ser cuidadosos en las opiniones que expresan en casa sobre los maestros y que los hijos puedan escuchar. Hablar mal del maestro con los hijos es crear un boomerang que nos va a regresar y de qué manera.
Y esto es aún más importante cuando los hijos crecen, no debemos fomentar la falta de respeto de nuestros hijos hacia sus maestros, al contrario. Esto solo traería consecuencias negativas en la vida escolar y también estaría creando un patrón de conducta totalmente inadecuado para la vida en general.
Cuidado con la manera en que hacen que sus hijos vean a sus maestros, en la adolescencia los chicos suelen ser más rebeldes y tienden a hacer rechazo a todo aquel que intente regular y poner normas y límites a su vida. Y en esa lista están los padres y también los maestros.
Cada día deben ser más aliados y cerrar filas los padres y la escuela. . . solo asi podran establecer una guía adecuada de conducta en la casa y fuera de ella.
Por mucho que en casa haya un ambiente familiar adecuado, amor y todo lo que corresponde, si el niño en la escuela no tiene una buena relación con su maestro o si algo ahi no funciona bien…el niño no es feliz y su desarrollo también recibirá ese impacto.
Mi consejo como maestra y como madre… es que vean a los maestros como un complemento en la educación y no como un problema. Que piensen que no son los padres, no tienen porqué responder y asimilar cosas al igual que hacemos los padres.
Ellos son los que siguen la educación de la casa, los que los ayudan a moldear la personalidad de sus hijos. La disciplina en la escuela tiene reglas para todos por igual, no hay preferencia, o al menos no debe haberla. No existe la tolerancia que puede quizás haber en casa..y eso los padres lo deben entender.
Además. . . si la mayoría de nosotras pudiéramos ver a nuestros hijos por un huequito en la escuela nos sorprenderemos de descubrir lo diferente que es nuestro hijo cuando no estamos frente a ellos.
Los maestros jamás podrán sustituir la labor de los padres, pero los padres jamás podrán obviar el papel de los maestros y su función en la vida de sus hijos y eso en estos momentos está demostrado con creces.
Hay muchísimos padres que a pesar de ser super pacientes, que a pesar de entender a sus hijos, hoy con la situación que vivimos…están perdiendo la calma cuando los ayudan con los deberes escolares, cuando tienen que estar con ellos en ese proceso…y muchos ahora están entendiendo mejor la labor de los maestros y se han dado cuenta que distinta es la relación maestro-alumno.
En este artículo abro debate y dejó marcado el camino para próximas reflexiones
No siempre los maestros tienen la razón y no siempre sus métodos son los que deberían. . . ¿y ahí cómo deben actuar los padres?
Estaremos hablando sobre esto próximamente.
Los espero, gracias.
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